“A principios del mes de marzo de 1789, un sábado como a las cinco y media de la tarde, tres jinetes bien montados salían de Cali, por el lado del Sur, en dirección a la hacienda de Cañasgordas.”
Tomado de libro Alférez Real
Eustaquio Palacios
La Hacienda Cañasgordas es el lugar donde se desarrolló la historia que Eustaquio Palacios nos contó en su novela “El Alférez Real”. Está ubicada al sur de la ciudad de Cali y fue construida en días donde no se sabía del desarrollo urbanístico de nuestra sultana del Valle hacia esta zona.
Don Manuel de Caicedo y Tenorio silenciosamente vio pasar el tiempo y lo que en otrora fue su residencia, una casa llena de lujos, con muchas personas que la habitaban, por la cual pasaban muchos visitantes y se llevaban a cabo grandes reuniones sociales; el tiempo se tomó el trabajo de hacerse propietario de ella a pesar que existían quienes podían cuidarla y mantenerla digna como fue al inició de sus días, también el tiempo y el descuido hicieron de las suyas.
“Cañasgordas era la hacienda más grande, más rica y más productiva de todas cuantas había en todo el valle a la banda izquierda del Río Cauca. Su territorio era comprendido entre la ceja de la cordillera occidental de los Andes y el Río Cauca, y entre la quebrada de Lili y el Río Jamundí. mLa extensión de ese territorio era poco más de una legua de norte a sur, y varias leguas de oriente a poniente”. Tomado textualmente del libro El Alférez Real.
Si expresáramos estas medidas hoy en día tendríamos que decir que la hacienda se extendía desde la vorágine en Pance hasta el Río Cauca, aproximadamente la zona que ocupa el corregimiento El Hormiguero; entre el Río Lili, que pasa por las oficinas de venta de la constructora Meléndez hasta el Río Jamundí el cual cruza un par de metros después de la entrada a la urbanización el Castillo; así nos podemos ubicar en la actualidad y comprender el tamaño que tenía este lugar.
Como decía al inicio, el tiempo empezó a pasar y la extensión de la Cañasgordas se fue reduciendo hasta quedar en lo que vemos hoy en día; una gran casona de tipo colonial a la cual el tiempo en compañía del descuido le pasó inclementemente.
Tal vez usted que está leyendo este artículo en el año 2019 no se percató del estado en el que se encontraba este icono de nuestra ciudad, y hoy solo ve lo que la restauración nos muestra, pero basta con decir que este sitio estuvo casi destruido, venido abajo en algunas de sus zonas y convertido en un potrero de vacas; en este caso la culpa no es de la vaca.
Hoy tenemos la oportunidad de ver en su máximo esplendor esta joya de la arquitectura colonial de Santiago de Cali, la cual es un baluarte cultural de nuestra ciudad que abre sus puertas para que la visitemos y tengamos la oportunidad de viajar en el tiempo y pararnos en un sitio que está lleno de historia; cada metro cuadrado que pisemos en la restaurada Cañasgordas tiene algo que contarnos, pararnos en sus balcones y divisar al horizonte nos permitirá ver lo basto que era su territorio, aunque hoy en día esa mirada se obstaculiza por los edificios que hay alrededor.
Ahora podrán cerrar sus ojos y hacer un recorrido por nuestra Cali de principios de siglo XVIII, imaginar esa pequeña villa con una Iglesia como La Merced, el Río Cali cruzando la ciudad y el viento recio de las tardes, las calles empedradas como lo relataba Eustaquio Palacios, La iglesia de San Antonio puesta como vigilante en lo alto de la colina con un incipiente barrio alrededor de ella y nuestra emblemática Hacienda Cañasgordas al Sur de la Sultana del valle.
Ella está de nuevo en pie, está de vuelta y viene con más de un siglo de historias por contar, porque aunque estuvo convaleciente, ella nunca perdió la memoria y los cuidados intensivos le dieron la oportunidad de escudriñar en lo más profundo de su territorio para que hoy en pleno siglo XXI, se presente a nosotros y cual viajera del tiempo nos relatará su historia en voz de aquellos que se dedicaron a estudiarla a desenterrarla de donde había quedado y la de nuestra Cali bella que creció y hoy se convirtió en la ciudad más importante del sur occidente Colombiano.