Un sueño llamado salsa

Una vez más la Décima Segunda Edición del Festival de Salsa deja a la sucursal del cielo por lo alto y como uno de los escenarios donde se reunieron más de 3200 artistas de diferentes países; quienes concursaron con la ilusión de estar en los primeros puestos.

El coliseo del pueblo se llenó de sabor; al compás de la música cada concursante demostró sus mejores dotes; antes de subir al escenario se preparan y  en pequeñas carpas blancas se reúnen para acicalarse; las niñas se maquillan entre sí, se peinan y se ponen sus trajes brillantes, los jóvenes no se quedan atrás; con el mismo entusiasmo se organizan y se acomodan con sus vestidos apretados, de colores; otros de blanco y con sus corbatines elegantes. Algunos  sentados en el piso, con un poco de nerviosismo esperan el llamado para salir a demostrar sus cualidades artísticas.

 

En el teatrino saben que su coreografía debe ser la mejor, están representando a su escuela, a su país y por supuesto a ellos mismos; es allí donde queda reflejado los largos días de ensayos, las repeticiones y los sacrificios que deben hacer para poder convencer a los jurados que ellos deben ser los ganadores.

El show que realizan es una hermosa demostración que permite a los espectadores disfrutar de las diferentes modalidades, como la salsa en línea desarrollada en Estados Unidos; cada pareja muestra figuras y movimientos a lo largo de una recta imaginaria, la salsa cabaret; permite a los bailarines realizar acrobacias, figuras y alzadas y el Ensable salsa cabaret; donde representan un espectáculo con escenas cargadas de música y ritmo. Las tablas retumban con los pasos ligeros de los danzarines y la gran velocidad que muchas veces se torna difícil seguir con la mirada, cargados de energía y pasión.

Este año el Festival de salsa estuvo acompañado de muestras gastronómicas, y espacios para conversar de este ritmo que hace vibrar y se lleva en la sangre, los visitantes pudieron disfrutar  bailando; siguiendo el compás y las instrucciones de un experto; fueron cuatro días de pura diversión, de buena música, comida y espectáculos. Así que si se lo perdieron prográmense para el otro año para gozar de este festival que transmite alegría y que le hace homenaje a la salsa caleña.